sábado, 22 de junio de 2013

LA PROSTITUCIÓN DE UN PERIÓDICO



Hace unos pocos días asistí a un hecho insólito para mí. Era domingo y cuando cogí el periódico El País de la mesa de mi salón no daba crédito a lo que veía: la portada, que siempre la había visto blanca, había sido cambiada a color azul. Mi primera impresión, en términos cromáticos, fue positiva, pero cuando me fijé más detenidamente no podía creerlo. Volkswagen, la famosa marca de coches alemana, había utilizado la mismísima portada del periódico generalista español más vendido para publicitarse. Ya no lo típico de copar las dos primeras hojas con un anuncio enorme, no. La portada fue cambiada de color en honor a Volkswagen.
Lógicamente el culpable número uno de semejante insulto a la independencia periodística es la persona del periódico (o de PRISA) que permitió que esto sucediera. ¿Cómo poder tomar en serio a este periódico a partir de ahora? ¿Por qué el que hasta hace no mucho era el referente periodístico número uno tiene que humillarse de semejante manera? ¿Han contado con el apoyo, aunque solo sea simbólico, de la redacción?
Estas dudas y otras muchas asaltaban mi cabeza a la par que mi enfado crecía en intensidad. Le enseñé a mi familia el sacrilegio que veían mis ojos sin que ellos le dieran la mayor importancia. “De algo tienen que vivir” fue su respuesta. ¿Que de algo tienen que vivir? Pues claro que tienen que vivir de algo: de hacer información veraz y creíble, de no sacrificar la independencia y credibilidad del medio en el que están, de obtener exclusivas… En definitiva tienen que vivir del periodismo, ya sean redactores, columnistas o directivos, no de la publicidad. No deben manchar el nombre del buen periodismo con semejantes estupideces, por el amor de Dios.
¿Acaso alguien cree que El País dirá algo negativo ahora de Volkswagen? Poneos en la siguiente situación: un periodista descubre que Volkswagen no cumple las medidas mínimas de seguridad en sus fábricas. Dicho periodista corre frenético una vez ha contrastado el descubrimiento a escribir la noticia cuando aparece el director de turno para decirle que no, que El País no puede dañar a uno de sus mayores anunciantes  y que esta noticia no la van a publicar. A los dos días Diagonal, Infolibre o La Marea (ejemplos de nuevos periódicos de momento independientes) destapan el caso, quintuplican sus ventas y su prestigio alcanza cotas no vistas en mucho tiempo en el panorama de los medios de comunicación. ¿Imagináis la terrible pérdida económica, de credibilidad y de influencia que sufre El País?
El periodismo no puede casarse con nadie. ¿La publicidad? Sí, está bien, es necesaria para mantener a flote un periódico. ¿Conlleva eso que no puedes denunciar a tus anunciantes si hacen algo malo? Para nada. Y si el anunciante se ofende y se quiere ir, puerta. La credibilidad ganada por el periódico por no ocultar lo que descubre le hará ganar más anunciantes y, seguramente, más honrados, pues estarán prevenidos.
Por lo que me demostró el otro día el periódico El País no creo que sea, ni de lejos, un periódico independiente. No entro ya a valorar la situación de PRISA, su empresa editora. No, me refiero exclusivamente a El País. Con este tipo de actos como es el de subastar tu portada de un domingo (no sé si sois conscientes de lo que implica la portada del domingo de un periódico) el periodismo cae poco a poco y día a día en el descrédito. Estamos en crisis no solo económica sino también en el periodismo, no nos disparemos más a los pies ¡carajo!

Y tú ¿Crees que la independencia de los periódicos peligra con estos actos?

3 comentarios:

  1. Y la publicidad es solo lo que vemos, pero no sabemos qué bancos financian qué cosas o perdonan no se qué deudas y gobiernos que permiten o no ciertas publicaciones.... y repito la publicidad es solo que vemos.

    ResponderEliminar
  2. Pues me parece algo bastante vergonzoso, pero en este pais todo funciona asi. No obstante, la corrupcion y la maldad, estan condenadas a desaparecer, y llegara el dia en el que, durante algun tiempo, gocemos de buenos periodicos (asi funcionan las cosas en nuestro pais, a periodos de gran bonanza, se suceden otros de vileza sin limites, desde el albor de los tiempos)

    ResponderEliminar
  3. A mí me parece que el color de la portada es lo de menos. Por poner un ejemplo, nunca la han puesto de color rojo pero está claro que no van a ir contra el Santander. Sólo es un detalle más

    ResponderEliminar